La aorta es la arteria de mayor calibre y de mayor importancia de todo el cuerpo.
Factores de riesgo como colesterol elevado, tabaquismo intenso, hipertensión arterial descontrolada y enfermedades autoinmunes pueden generar daño en esta arteria, desgarrándola internamente o generando un abombamiento (disección o aneurisma, respectivamente). Este daño puede progresar a una ruptura de la arteria y consiguientemente muerte del paciente. Por lo que es importante su cierre. Los síntomas iniciales de esto puede ser dolor torácico intenso, dolor abdominal intenso o sensación de una masa pulsátil.
Este daño se puede corregir a través de cateterismo cardiaco, mediante la colocación de una prótesis en forma de tubo, la cual se mete dentro de la arteria y funciona como un puente entre la zona dañada y la zona no dañada.
Este procedimiento se realiza con apoyo de un equipo de rayos X en tiempo real, se usa anestesia local y sedación moderada.
El tiempo de hospitalización es de aproximadamente 2 días.